martes, 19 de marzo de 2013

Los tepehuanes


Los Tepehuanes eran el pueblo nativo más numeroso del norte de México; se dice que sometían a otros y recibían tributos de ellos.
Actualmente están constituidos por dos pequeños grupos (norte y sur), geográficamente distantes y culturalmente diferenciados, situados en la proximidad de lo que alguna vez fueron las fronteras norte y sur de su territorio original. Las diferencias se manifiestan con claridad en sus dialectos, vestido, organización social y religión, y en sus ideas y creencias sobre el mundo.
Los Tepehuanes del sur (O’dam) hoy pueblan la zona meridional del antiguo territorio tepehuan, en porciones de la Sierra Madre Occidental, al sur del estado de Durango y en pequeñas áreas del norte de Nayarit y Jalisco. Ellos comparten ciertos elementos históricos y culturales con los pueblos del área mesoamericana.
Por su parte, los Ódami o Tepehuanes del norte, habitan más al norte de la propia Sierra Madre Occidental, en rancherías dispersas entre cumbres y barrancos de la llamada Sierra Tarahumara, al sur del estado de Chihuahua.
Los Ódami también comparten aspectos de su historia y cultura con algunos pueblos vecinos, particularmente con los Tarahumaras y, en menor medida con los Pimas.
La interacción que los Ódami establecen con el medio ecológico se basa en un conocimiento muy preciso sobre el clima, el calendario agrícola y de recolección, los ciclos reproductivos de plantas y animales, las técnicas de caza, pesca o fertilización de los suelos y, en general, sobre la utilización de la enorme diversidad de recursos que posee su entorno.
Las relaciones de los Ódami con la naturaleza van mucho más allá de los aspectos utilitarios —de lo que se considera bueno o no para comer— o de las cosas necesarias para satisfacer la vida material. Numerosos elementos de la flora, de la fauna y de la geografía son los referentes más importantes para pensar y explicar el mundo. La observación del medio ambiente ofrece una explicación de la lógica del universo, del lugar que en él ocupan los Tepehuanes y, en ocasiones, hasta del orden social dentro del cual existen.
El acto de beber tesgüino o nabaïti —bebida de maíz fermentado— posee un enorme valor cultural entre los Ódami y los Tarahumara, pues se asocia con los sistemas económicos, religiosos-ceremoniales, de estatus y de control social, y con las principales actividades recreativas; muchas de las acciones más trascendentes en su vida y su reproducción social están matizadas por la imprescindible bebida.
Los vínculos sociales más importantes entre las distintas familias, ya sea en la interacción económica, religiosa, política o recreativa, se construyen junto a las copiosas ollas de tesgüino. En las tesgüinadas, los jóvenes solteros, tarde o temprano, encontrarán pareja. Los pueblos de la Sierra Tarahumara realizan tal cantidad de tesgüinadas que los europeos rápidamente atribuyeron a los Tepehuanes y Tarahumaras la fama de “borrachos”.

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